Existen diferentes técnicas de relajación pero todas persiguen un mismo objetivo: promover un estado de tranquilidad y calma interior en la persona. Este estado se logra a partir de una serie de indicaciones y sugerencias que va ofreciendo el psicólogo.
Se utiliza para tratar diversos trastornos, pero es particularmente útil en los problemas de ansiedad, estrés y dolor crónico. Sus beneficios no solo se limitan al plano psicológico, sino que también incide a nivel físico disminuyendo la presión sanguínea y permitiendo un mejor control de la respiración.